lunes, 27 de abril de 2009

EL MOVIMIENTO SINDICAL VENEZOLANO EN LA ÉPOCA DE LA MUNDIALIZACIÓN



La transformación del sindicalismo en Venezuela transciende los años. Se inicia en los años 80 cuando la primera etapa comienza con el Congreso de Porlamar, de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), a comienzos de la década. Allí los asesores de la CTV, de varias tendencias por cierto coincidieron en que la economía venezolana había ido hacia un capitalismo de estado y que los trabajadores y sus sindicatos debían participar como socios del estado: de allí la idea de cogestión que propuso el Manifiesto de Porlamar, por una parte, y por la otra la necesidad de ampliar la base sindical a través de la creación de sindicatos nacionales por rama de industria.



Ese era un movimiento sindical que si bien estaba partidizado le hacía propuestas al estado, no era parte de él. Pero el proyecto fracasó porque el movimiento sindical no pudo reorganizarse ni acumular fuerzas para imponer su propuesta es cuando la propia industria petrolera nacionalizada comienza una tendencia a realizar grandes inversiones en el exterior. La década de los 90 comienza políticamente en febrero del año anterior con el “Caracazo”. El proceso de neocorporativización se hace hegemónico y comienza a desintegrarse. El financiamiento de los sindicatos, los locales sindicales, etc. provienen del presupuesto público y La Ley Orgánica del Trabajo adopta esa tendencia neocorporativa: los fondos sindicales serán fiscalizados, en última instancia, por la Contraloría General de la República.


Los condicionamientos de los cambios mundiales entran en contradicción con el esquema político y económico que sostenía el esquema sindical hegemónico. La desintegración del sistema político se acelera y en 1992 se producen dos intentos de insurrección militar y un grave descontento social expresado políticamente en los reiterados “cacerolazos”, “apagones” y en el desprestigio institucional. Este proceso culmina durante el gobierno de Rafael Caldera: la escuálida “concertación social” que se pretendió montar para ampliar la base política del gobierno y legitimar la privatización de la seguridad social y la “flexibilización” del régimen de prestaciones sociales, era una comedia de equivocaciones. Nadie representaba a nadie, ni siquiera los intereses del propio estado: fue un elemento muy importante el hundimiento del sistema.



Durante el periodo del presidente Hugo Rafael Chávez Frías en donde el gobierno ha pretendido desde entonces llevar a cabo elecciones sindicales “desde el estado”, sea por intervención de la Asamblea Constituyente, de la Asamblea Nacional o del Consejo Nacional Electoral. Pero el conjunto del movimiento sindical, desde su inicio, y a diferencia de otras experiencias más tempranas de otros países con influencia anarquista, tuvo una fuerte vinculación con las ideas y las organizaciones marxistas, nacional-reformistas que devinieron en social demócratas o cristianas, pero en general con un fuerte contenido estatista, dentro del esquema del estado de bienestar de postguerra primero y del esquema neocorporativo después.



Entonces se concluye que el sindicato no es la clase trabajadora, sino un movimiento social que intenta organizarla, representar sus intereses económico-sociales y, generalmente, pero no siempre, políticos y, a la vez, trata de controlarla y encauzarla, en el marco de los conflictos sociales. La idea de movimiento sindical es, pues, diferente a la de la acción de clase.

EL MOVIMIENTO SINDICAL ANTE LAS NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

La concepción y el establecimiento de las ideas empresariales se nutren en la mayoría de los casos de diversas maneras, pero principalmente de los aportes de quienes llevan a cabo las funciones y tareas dentro de las organizaciones. Sin embargo, el problema central para la empresa radica en cómo estos aportes se tornan significativos en su contribución a la rentabilidad y la acumulación de capital.

En tanto la empresa es un ente organizacional, que integra y colectiviza los aportes de la fuerza de trabajo al proceso de producir bienes y servicios, el trabajo por su parte contribuye desde una perspectiva individual, que nace de la necesidad de sobrevivencia, de reproducción y de satisfacción primaria.

Desde la empresa, además de alcanzar los objetivos trazados, se plantea hacer de las contribuciones de la fuerza de trabajo un asunto que implique la satisfacción y la convivencia de quienes comparten el espacio productivo o las operaciones bajo ese logotipo o entidad empresarial. Se deduce entonces que la empresa tiene objetivos que conllevan el diseño de una estructura en donde la fuerza de trabajo juega un papel central, ya que con ella se movilizan los recursos económicos que permiten el alcance de los objetivos.


Gracias a la producción masiva Fordista, nace una tendencia que uniformó a los trabajadores descalificando el conocimiento integral de los artesanos, se pasa ahora a las nuevas formas de organización laboral. De la constitución y fortalecimiento de las organizaciones sindicales se derivan los procesos de interlocución entre empresas y trabajadores, que constituyen la plataforma de las relaciones de trabajo. Son los empresarios y líderes sindicales quienes forman parte de la sociedad, por supuesto que en ella se desenvuelven, son ciudadanos, pero el déficit más notorio en nuestras sociedades es justamente el de ciudadanía.


Sin embargo, cuando las empresas y los empresarios hacen política abierta, en la calle, no desde las cúpulas del poder, como ha sido lo tradicional, se corren notables riesgos. Los sindicatos están más acostumbrados a ir a la calle y confrontar con otros sectores sociales, particularmente con gobiernos y poderes públicos en general; la movilización es una de sus armas históricas que origina en varias oportunidades escasos signos de exclusión. El éxito de la convivencia social está en dar respuestas a los excluidos. Los excluidos originalmente estaban en la periferia y en el campo, ahora se localizan en los sitios más visibles y en todas partes.

Actualmente las organizaciones de los trabajadores han debido acomodarse a los procesos de organización empresarial, sometidas a constantes transformaciones. Esto ha hecho que algunas empresas más competitivas, pasando por fusiones, reducciones, externalizaciones, y otras formas empresariales que en el fondo han expulsado fuerza de trabajo o restringido otrora conquistas históricas. He aquí el llamado a la reflexión, en donde nosotros como administradores debemos estar capacitados para solventar este tipo de situaciones y en la medida de lo posible, trasladar a la organización hacia el camino del éxito tanto colectivo como individual.

domingo, 19 de abril de 2009

PROCESO DE REFORMA DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN VENEZUELA


Parece mentira que un país como Venezuela con tantos ingresos económicos este pasando hoy en día por una crisis que afecta no sólo al campo de la salud, sino también a la educación, la inversión, entre otros. Sí el presente es consecuencia del pasado, las bases de ésta economía depende en cierto modo de las políticas aplicadas por los gobiernos anteriores, que sin ir muy lejos, se podría concluir que ninguna ha sido lo suficientemente eficaz para librar al país del hambre y la pobreza.


Estos escenarios son los resultantes de las insuficiencias del aparato productivo que resulta incapaz de satisfacer las demandas de empleo bien remunerado por la mayoría de la población. No se explica que si la cultura tributaria se ha incrementado notoriamente y las cifras de recaudación por el Fisco Nacional cada año son mayores, no se observa la retribución de Estado a los ciudadanos, representados en servicios públicos que garanticen el bienestar y la seguridad.


Es necesario reformar la seguridad social venezolana, de tal modo que no sólo incorpore el sector estructurado de la economía sino que represente la unión y el acuerdo entre las partes vinculadas, los trabajadores sindicalizados y el gobierno nacional para que se le asegure el bienestar a los trabajadores, a su familias y de toda la sociedad en general ya que es un derecho humano fundamental y un instrumento escencial para crear cohesión y tranquilidad social.





DETERMINANTES ESTRUCTURALES DE LA SOBREEXPLOTACION DEL TRABAJO FEMENINO EN VENEZUELA


Es lamentable que muchos países de Latinoamérica estén bajo una nube negra debido a los distintos modelos económicos que los gobernantes han implementado. Aunque a su paso dejan consecuencias positivas y progresistas para el país, se perciben consecuencias negativas que ahora son motivo de esta crítica.


Y es que dentro de las sociedades capitalistas se ha venido observando una inclinación por el aumento en la intensidad de trabajo en busca de un mayor rendimiento, lográndose a través de una mayor explotación del trabajador y no del incremento de su capacidad productiva. Es injusto pensar que por ser trabajadores que quizas no tuvieron la posibilidad de alcanzar una carrera profesional, se dedan explotar como máquinas, y mucho peor, sin ser retribuidos consientemente por el esfuerzo realizado. Entonces surgen algunas interrogantes, ¿Por qué no se capacita al personal? ¿Por qué no se le brinda una actualización suficiente al trabajador de modo tal que conozca las últimas técnicas que lo ayuden a mejorar su productividad? ¿A dónde va el incentivo y la motivación del personal? Muchos empresarios no consideran esta opción como un hecho real, pues consideran que la inducción y la preparación del personal, incrementarían los costos y no va acorde al eslogan de “minimizar costos y maximizar las ganancias”.


Otra consecuencia negativa que se puede observar y que en los últimos años ha tenido gran renombre, es el tema de la sobreexplotación del trabajo femenino en Venezuela, que de por sí, desde el tiempo de la creación, se considera el género débil y dependiente. Ésta explotación se relaciona con las sociedades capitalistas que consolidan el predominio del hombre sobre la mujer y que se manifiesta en fuertes desventajas en la condición laboral de las mujeres, acompañados de la discriminación y exclusión.


Esta situación trajo como consecuencia una lógica reacción del género femenino que adoptó diversas modalidades de supervivencia. Ante un escenario de bajos ingresos derivados de las fluctuaciones de la economía y el rechazo laboral de la economía formal, se dirigió a la economía informal, que si bien es cierto va en deterioro del proceso global de un país, visualizó en ella un medio de sustento y superación.


Igualmente con el pasar del tiempo, se va presenciado la incursión de la mujer dentro del campo laboral y aunque muchos las tilden como quienes realizan actividades muy fáciles, el rol de la mujer silenciosamente se hace cada vez más indispensable para la sociedad. Si la carrera apropiada para la condición femenina es la Educación, es porque a diferencia de los hombres, vienen al mundo engendrar la vida, a preparar a los seres del mañana. Del mismo modo, la carrera Administración es digna del género, pues sin ánimos de ofender, tiene siete sentidos desarrollados, en donde la razón y análisis son los más sobresalientes. Las mujeres hoy en día están despertando, liberando la concepción de dependencia y subordinación y ahondando en los campos de evolución y autosuficiencia.