Si se quiere analizar y estudiar el tema del poder en Venezuela, se haría un testamento interminable, pues del mismo tema existe como se dice coloquialmente “mucha tela que cortar”. Sin embargo, no es necesario escribir miles de hojas para dar por sentado que, en Venezuela han desfilado una gama de presidentes buenos, regulares, malos y completamente ineficientes, que han escrito la historia y han determinado las causas de la inestabilidad económica que estamos viviendo.
Desde diciembre de 1998, ante la llegada al poder del Pr. Hugo Rafael Chávez Frías, hemos sentido una denominada “Revolución Bolivariana”. Esta denominación de revolución, según los autores del artículo, es parte de la propaganda, porque lo que existe en Venezuela es un gobierno constitucional, electo, legítimo, pero que no es revolucionario, ni en la constitución, ni en la práctica sólo y únicamente en el concepto de propaganda. De todas formas, la supuesta revolución bonita, como también se le llama, se dirige hacia la superación del capitalismo y la adopción del socialismo como política de gobierno.
Sin embargo, dentro de este tema, se encuentra inmerso dos aspectos a los que se hace referencia; la lógica académica y la lógica del poder. En resumen, la lógica de la academia óptima busca el equilibrio entre el poder y la autonomía. En el país, a pesar de las amenazas y de las políticas públicas en el sector que están lesionando rápidamente el nivel de la calidad académica, el sistema mantiene cierta independencia del poder, y el sector privado continúa actuando en forma normal, quizás es muy probable que el costo político de intervenir las universidades autónomas y al sector privado sea muy elevado, y logre una disminución de los simpatizantes al poder, pero en todo caso, el sistema mantiene su organización básica, con el poder presionando pero con la academia resistiendo.
Si se hace referencia a la lógica del poder, parece hasta insólito pero muy real el hecho de que un militar, fracasado dos veces en sus empeños por acceder al poder por vía violenta, empleando el tradicional estilo de golpe de Estado, logró una metamorfosis y apoyado por sectores civiles interesados en los mismos objetivos, se convierte en un político exitoso capaz entonces de acceder al poder por medio del triunfo en las elecciones libres de diciembre de 1998. Sin ánimos de adular, se debe considerar que el presidente goza de destrezas y habilidades de tal forma, que en tan poco tiempo, se convierte en un líder de una llamada revolución y al mismo tiempo, causa impacto en la Región de América Latina y el Caribe.
Naturalmente, se ha observado que el presidente Chávez se califica con la imagen de líder máximo, el personalismo dentro de la propuesta de gobierno es una de las características principales, toma decisiones solitarias que bajan verticalmente a las instalaciones anteriores del Poder Público Nacional y los otros poderes los cuales deben obedecer, pues de lo contrario, se da la tarea de regañarlos y hasta ridiculizarlos ante todo el país. Con este simple hecho, se pone en manifiesto la debilidad de las instituciones públicas del Estado venezolano que sin personalidad alguna se doblega antes las órdenes y mandatos de este líder. Es importante señalar, que la intención inicial de este análisis no es denigrar del gobierno, simplemente es uno reflexión ante los problemas que se han venido observando a lo largo de los periodos presidenciales, que en la mayoría de los casos, los aspectos negativos han superado en gran parte a los positivos, sólo queda esperar que sea el tiempo quien relate de venir de los hechos, ya que después del referéndum consultivo de diciembre 2008, la hegemonía continua.