lunes, 4 de mayo de 2009

LA PRECARIEDAD LABORAL Y SU INCIDENCIA EN LAS POLÍTICAS SOCIALES DE LA V REPÚBLICA: UNA MIRADA ESPECIAL A LAS MISIONES


En Venezuela, pese a los esfuerzos que las clases trabajadoras realizan por mantener y enaltecer sus derechos de estabilidad en los puestos de trabajo, las condiciones económicas del país, los problemas inflacionarios, los aciertos y desaciertos de los programas de gobierno, han provocado un giro casi total en los planes gerenciales de muchas organizaciones, que ante la imperiosa necesidad de llevar a cabo los procesos de reconversión industrial, reducen sus costos directos relativos a la mano de obra, originando un incremento en las tasas de desocupados y el florecimiento de la economía informal del país, como forma de hacer frente al desempleo.


No obstante, la región latinoamericana, se inclina por una evidente informalización y precarización del empleo, con afectación en las condiciones de trabajo, al observarse una gran fracción de trabajos de baja productividad y trabajadores subempleados con trabajos donde no les pagan bien, y sin un seguro social básico.


En este sentido, la precarización laboral observada en la región, abarca formas de inserción en relaciones laborales disímiles y heterogéneas caracterizado desde un aspecto económico jurídico por empleos de bajos ingresos, con reducción del salario o de horas de trabajo y reducción o pérdida de beneficios sociales adquiridos.


Por otra parte, aunado a esta falta de protección social, algunos estudios han demostrado que en América Latina la precarización e informalidad recae sobre los jóvenes y los trabajadores no calificados. Así como también, los indicadores que miden el grado de participación de la mujer en el campo laboral, resulta siempre inferior a la contratación de la mano de obra masculina y es relativo a la distribución del ingreso.

La Política Social desarrollada durante el Gobierno del Presidente Chávez, ha girado en torno a dos grandes iniciativas. La primera de ellas, las Agendas Sociales y el Proyecto Bolívar 2000, y más recientemente Las Misiones, que son todas ellas están concatenadas en un mismo núcleo de desarrollo endógeno, aunque cada misión cuenta con sus propios objetivos de acción, que describen áreas claves de desarrollo social y económico para diversos grupos sociales. Con esta Misión se pretende proporcionar a los ciudadanos los conocimientos y herramientas básicas para el fortalecimiento de la identidad nacional y soberanía, donde el vinculo con la tierra es la expresión concreta y especifica de nosotros como pueblo solidario, productivo y democrático. Del mismo modo, pretende fortalecer la participación social y productiva, con conocimientos, facilitándoles a los individuos, el desarrollo de las habilidades y destrezas que le permitan participar adecuadamente en planes y programas de recuperación y transformación del tejido socio productivo, seguridad y soberanía alimentaría del país; habilitación y mantenimiento de servicios, ornatos e infraestructura de uso público a nivel nacional, estadal, municipal y parroquial, satisfaciendo sus necesidades de empleo e ingresos.

Finalmente, aún están por evaluarse los resultados de estas misiones y sobre todo medir su impacto para contrarrestar el desempleo, la desocupación, y los cada vez mayores empleos informales cuyas condiciones de trabajo se califican precarias y carentes de protección social. En innegable que las misiones cumplen una función social de inclusión pero no garantizan las mejoras de las condiciones laborales de los venezolanos.

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